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Abel García: «Si pudiese ser lo que quisiera, sería un velociraptor» 

A veces las personas que nos parecen las más seguras y las más extrovertidas son en realidad las más vergonzosas y tímidas. Abel Garcia Morell, más conocido como Abel de Medici, es nuestro entrevistado. Alabado por los tahinos en sus grandes karaokes en el bus y galardonado con los premios «Tahino de Oro» y «Momento Tahino» en la expedición a Uzbekistán (2015), Abel abre su habitación en el último destino de Tahina – Can 2018, Playa del Carmen, y nos permite conocerlo de una manera cercana.

 

¿Por qué estudiaste periodismo?

Honestamente yo quería ir a la universidad. Fui a tres conferencias y la que más me gustó y me pareció más interesante fue la de periodismo. Yo soy una persona muy curiosa, me paso muchas horas en la wikipedia y mirando documentales. Lo escogí más por interés personal que profesional.

Descríbete en tres palabras

Imaginativo, tímido (aunque no lo parezca) y melancólico.

¿Dónde guardas todas las fotos que haces?

Tengo varios discos duros. Tengo uno lleno es de unos 2-3 terabytes. Lo tengo desde el 2005. Y alberga fotos hasta el 2016.

¿Te llevas a todos lugares la cámara?

Ahora no tanto como antes porque ahora tengo un móvil que hace buenas fotos, pero antes sí. Mi teoría para explicar por qué siempre me la llevo a todos lados es sencilla. Si alguna vez saliera a la calle y me encontrara a un hombre que pasea a una cabra vestida de tirolesa y yo no tengo la cámara para hacerle una foto, nunca volvería a tener la oportunidad de hacer una foto como esa.

¿Cuándo empezaste a hacer fotos?

Empezé cuando era pequeño con una cámara de las tortugas ninja, en primaria. Con una buena cámara empecé a finales de primaria o principios de secundaria. Por un lado, me gustan las cosas bonitas y curiosas y supongo que me gusta tenerlas. Por eso las fotografío. Podríamos decir que otras personas escriben un diario y yo lo fotografío.

¿Por qué no estudiaste fotografía?

Pues no sabría decirtelo. Supongo que, aunque haga muchas fotos, no considero que haga buenas fotos. Digamos que en mi vida no hay muchas cosas que haga por una razón en concreto.

¿Cuándo empezaste a coleccionar peluches?

Ya tenía cuándo era pequeño. De hecho uno de mis traumas infantiles es que me tiraron un peluche muy grande de la pantera rosa a la basura. Creo que la colección en sí, empezó cuando comencé a viajar. Coleccionaba peluches de cada lugar al que iba, con vestimentas de ese sitio.

¿Cuántos peluches tienes?

Tengo entre 100 y 200, no los tengo contados. Los guardo en mi habitación y en cajas.

¿Por qué te apuntaste a Tahina Can?

La primera expedición a la que fuí fue Uzbequistán. Yo siempre había estado interesado en la ruta de la seda y cuando Santi publicó la información de la expedición vi que era una oportunidad. Es un sitio complicado para hacer un viaje solo si nunca has ido anteriormente.

¿En qué te ha cambiado ser parte de la expedición?

Tahina Can me ha ayudado en tres cosas. Habilidades sociales, confianza en mí mismo, ya que soy una persona muy timida y me cuesta relacionarme con gente que no es de mi entorno más conocido, y en la desmitificación de las cosas.

¿Qué opinas de la expedición de 2018?

Yo tenía a los mayas muy mitificados y en este viaje se han hecho como más cercanos tanto a mí como a nuestra civilización. Cuando haces más de una expedición es inevitable compararlas. Uzbekistán era más exotico, por ejemplo. Pero cada expedición es diferente. Teníaa miedo de que no estuviera a la altura de Uzbekistán. Pero me ha sorprendido. Para bien.

¿Qué es lo que más te ha gustado del viaje de este año?

Sin duda ha sido Holbox. Yo me apunté principalmente a esta expedición por todo el tema de los mayas y todas las ruinas. Toda la expedición ha tenido sus momentos, pero Holbox ha sido lo que más me ha encantado. Cómo esa isla te hacía sentir como si estuvieses apartado del mundo era increible. 

Explicanos una curiosidad tuya que no sepamos.

Me encanta escribir. Es más, me considero mas bien narrador que periodista. Empecé una novela de ciencia ficción, inspirada en el manga, pero no la he terminado.

¿Si pudieses ser cualquier cosa serías…?

Si pudiese ser lo que quisiera, sería un velociraptor. Me encanta. Aunque supongo que si fuese un velociraptor no sería consciente de lo que soy y no me gustaría tanto como si tuviese consciencia de ello, pero me encantaría.

Continúa la frase que nos hizo escribir Joan Serra: al final del camino veo…

Nada. No veo nada al final del camino y por eso mismo disfruto del camino. No hago muchos planes de futuro. Hay una frase que leí en un libro de Antoni Basas, aunque no sea de él, que lo describe muy bien: «La vida eterna es aquí y ahora y yo pienso pasármelo muy bien».

Anna Diaz