Diario de Ruta 2016, República Dominicana

Al son del Caribe

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Si pensamos en República Dominicana, en nuestra mente se dibujan las aguas azul turquesa del mar, largas playas de arena blanca, el mejor ron del mundo, y una pista de música caribeña acompañando a todo lo anterior.

 

Lo cierto es que la música es un imprescindible en la vida de los dominicanos. Les acompaña en todos los ambientes y momentos de su vida, desde el trabajo, a la calle, los bares y cualquier lugar donde haya una toma de corriente a la que enchufar los ritmos musicales tradicionales del país.

Se puede decir que la música dominicana es el resultado de una fusión de diferentes armonías, tonos y ritmos, que al final dieron lugar a estilo muy característico y propio del país.

La más identificativa de República Dominicana, cuyo origen en el país se remonta a finales del siglo XIX, es el merengue. Este género musical tiene influencias taínas, europeas y africanas por los tres instrumentos que lo componen -la güira, el acordeón y el tambor, respectivamente- y todos en la isla tienen ese don innato que dicen llevan en la sangre para bailarlo como nadie.

Además del merengue, también se escucha la bachata. Dicen los vecinos del país que este tipo de música, que llegó más tarde que el merengue, era la que sonaba en los locales de venta de alcohol a los que acudían los melancólicos buscando dónde ahogar sus penas. De letras románticas y movimientos melosos, la bachata es un estilo que llegaría para quedarse, aunque en los tiempos de la dictadura hubiese intentos por dejarla a un lado, pues no era propiamente la música que les representaba de raíz.

A estos dos grandes estilos se suman otros tantos de ritmos caribeños similares como la salsa o el reggaetón, ese que nunca falta en las fiestas de los jóvenes y cuyas canciones recorren el mundo con cada "hit" del verano.

República Dominicana y su gente tienen ese "algo" que atrapa y encanta a todo el que tiene la oportunidad de venir, y traspasar la frontera más allá de lo que muestran los folletos de las agencias de viaje. Por su proximidad, el humor, la energía, la positividad… en lo que, por supuesto, el sentido de la música juega un papel fundamental.

Porque como decía Nietzsche, "Sin música, la vida sería un error".