Es un ejemplo vivo de perseverancia y superación. Con tan solo 28 años, la joven bogotana Gina Pedraza es graduada en Relaciones Internacionales, Periodismo y Comunicación por la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá.
A pesar de tener doble nacionalidad, la colombiana y la estadounidense, y aunque las oportunidades laborales que le ofrece su país no son muy esperanzadoras, Gina se niega a moverse de su ciudad natal: Bogotá. Reconoce que le encanta su ciudad y sostiene firmemente que no la cambiaría por nada del mundo.
La joven pretende continuar sus estudios con un máster. No le entusiasma la idea de irse al extranjero, pero no descarta la posibilidad de cursar sus próximos estudios en la Universidad Autónoma de Barcelona. Parece que el hermanamiento realizado con los expedicionarios tahinos y los vínculos forjados pueden hacerle cambiar de opinión.
Tenemos ante nosotros a una mujer que irradia vitalidad, muy activa y apasionada por el deporte: sus mayores aficiones son ir a patinar y montar en bici. En lo relativo a la gastronomía local, confiesa que le encanta la sopa de ajo y reconoce detrás de una tierna sonrisa infantil que es una golosa empedernida.
Orgullosa de su tierra y de su ciudad, Gina nos invita a visitar Colombia destacando la enorme diversidad cultural y medioambiental que caracterizan al país. De igual forma, nos sugiere que es mejor olvidar los falsos perjuicios difundidos por los medios durante las últimas décadas que han perjudicado seriamente al turismo colombiano. Como muchos otros jóvenes comprometidos, Gina lo tiene claro: se queda con Colombia, a pesar de todo.
Colombia a pesar de todo
