Ánimos, ganas e ilusión es lo que se desprende de estas tres reflexiones, redactadas en diferentes formatos. Echamos un vistazo a sus primeras impresiones tras su paso por este aperitivo hacia Ecuador.
Enviado: viernes, 03 de Julio del 2009 12:00.00
Para: Paulita26@jotamail.com.
¿Qué tal Paula?:
Aquí te regalo este email, ya que me pediste que te mantuviera informada sobre todo lo que me ocurriera aquí en Barcelona. ¿Te acuerdas de lo que te contaba sobre las ganas que tenía de que llegarán estos días? ¡Tenía la sensación de que el tiempo no pasaba!
Pues llegó. Y pasó. Casi sin darme cuenta, tres días de mi vida han llegado a su fin dejándome una enorme huella, llenándome de momentos únicos, impresiones asombrosas y sobre todo recuerdos maravillosos.
Seguramente y casi sin excepción creo que todos nosotros teníamos los nervios a flor de piel el primer día en que nos encontramos a la puerta de un hotel a tantos kilómetros de casa. Y no sólo eso, ahí delante de mí, sesenta miradas desconocidas recorrían todo el espacio buscando a alguien con el que poder hablar. Pero todo esto pasó bastante pronto ya que, al fin y al cabo, todos estábamos en la misma situación.
El reparto de habitaciones, el primer baño en la piscina, las primeras charlas…todo era nuevo. Saltaba de emoción y corría de un lado para otro, buscando gente nueva a la que presentarme y con la que poder intercambiar primeras impresiones.
El segundo día llegó casi sin darme cuenta. Volando. Y trabajando. Estamos preparando y encaminado todo el proyecto que vamos a desarrollar en tierra ecuatorianas. No obstante, no todo es trabajo. Todos nosotros buscamos cualquier momento escondido para conocer un poquito mejor a aquellos que seguramente, tras esta gran aventura, se convertirán en personas muy importantes en mi vida.
Y aquí me encuentro, el último día pareciendo el primero por la rapidez con la que ha pasado todo esto. Hoy toca cerrar todo lo que hemos estado haciendo y poco a poco se va acercando la hora en la que nos vamos a tener que decir adiós y despedirnos hasta Septiembre.
Solo deseo mantener el contacto con todas y cada una de las personitas que aquí he conocido, ya que, aunque estemos lejos, tenemos una aventura en común que nos va a unir de una manera inimaginable.
Ahora toca reflexionar. Tengo algo más de dos meses por delante para prepararme, mentalizarme y llenarme de ilusión y optimismo.
3 de julio
Querida Anna:
¡Me voy a Ecuador!
¿Te haces a la idea? Quién me lo iba a decir a mí. Yo, con 19 añitos, una recién nacida en el mundo de los adultos. ¿No me quedará demasiado grande este viaje?
Echar una solicitud y ser seleccionado. Algunos dicen que eso es suerte, otros prefieren llamarlo destino. Annita, lo que yo sé es que esto se trata de una gran oportunidad.
Hemos estado tres días de convivencia. ¡Cuánto he aprendido! ¡Y cuánta gente he conocido! 60 estudiantes, como tú y yo, y ninguno de nosotros conscientes de las grandes aventuras que nos acechan a las puertas del mes de septiembre.
Estos tres días de convivencia tan solo me han permitido entrever la magnitud de esta expedición. Seguro que me entiendes. ¡Ojalá estuvieras aquí y pudieras vivirlo conmigo!
Siento un incontenible deseo de emprender el viaje. ¡Pero es tan grande la contrariedad! Contra todo pronóstico se me presenta por delante un verano que quiero que pase veloz, rápido, fugaz.
¡Quiero que llegue ya mi deseado septiembre!
Muchos besos,
Andrea
Barcelona, 3 de julio de 2009
Querido diario:
Apenas me puedo creer que las jornadas en la UAB ya lleguen a su fin. Hace dos días llegaba con la maleta a cuestas, hecha un manojo de nervios, tras horas de viaje. Y ahora, me despido de mis 59 compañeros contando los días que faltan para que comience nuestra aventura en Ecuador.
Las vacaciones de verano siempre han sido mi época favorita del año. Es extraño que lo único que quiero ahora es que estos meses pasen cuanto antes. Aún no me he despedido de los Tahinos y ya estoy deseando reencontrarme con ellos en el aeropuerto.
Estos tres días han sido maravillosos. Nuevos nombres, nuevas caras, cada uno con su historia y una razón por la que estar aquí. Desde que llegamos, la ilusión y la cercanía se respiraban en el ambiente. Las risas y los buenos momentos han estado presentes a todas horas, y ahora vuelvo a casa con la maleta cargada de recuerdos inolvidables.
Necesito más de esto. La próxima vez será aún mejor. Más días y… ¡en Ecuador! Debería empezar a creérmelo… Me espera una aventura en la mitad del mundo y ahora sé que la voy a vivir rodeada de nuevos amigos.
¡Hasta mañana!
Paula
