Diario de Ruta 2008, Perú

Entrevista con José Flor, representante de «Un techo para mi país»

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“Un techo para mi país” se define como una institución no gubernamental, una denominación con la que tratan de desmarcarse de las ONGs tradicionales, ya que tratan de lograr siempre coordinar sus esfuerzos con los de los organismos estatales. Sus voluntarios trabajan por el derecho de una vivienda digna en Latinoamérica.

 

Durante las jornadas de hermanamiento en la Universidad Católica de Lima, un representante de la organización, José Flor, nos dedicó parte de su tiempo a fin de hacer llegar a España la obra que realizan para el Perú y su política de trabajo. La iniciativa “Un techo para mi país” no se lleva a cabo exclusivamente en Perú: nace en Chile en 1997 y es común a varios países latinos.

PREGUNTA: ¿Cuándo y cómo se empieza a trabajar en Perú?

RESPUESTA: A partir del terremoto en 2007 en Pisco, alrededor de un 70 por ciento de la localidad queda en estado ruinoso, dejando más de 500 muertos. “Un techo para mi país” interviene en la catástrofe, y desde entonces hemos levantado más de 1000 casas. El compromiso en Perú es serio: se pretende haber erradicado los asentamientos humanos para el 2010. Es propósito de la organización expandirnos en la medida de lo posible; nuestro objetivo es tajante: terminar con la pobreza extrema en Latinoamérica.

P: El grueso de vuestro voluntariado se compone de jóvenes universitarios de clase media-alta. ¿Existen métodos de captación enfocados a este fin? ¿Cuál es el índice de abandono de los voluntarios tras el primer contacto?

R: Es alto, mucho. De hecho, es feo cuando un voluntario decide no volver, es una frustración a nivel personal: es uno menos en la lucha contra la pobreza. Con respecto a la captación, hacemos “volanteos”, campañas como ésta en universidades; ponemos “stands”, que son como propaganda “real”. Ponemos casas de esteras en medio de las universidades para que los voluntarios puedan ver las zonas en las que viven las familias. Tratamos de hacer lo más intensivo que podemos, ser lo más molestos que podemos para conseguir una mayor implicación porque sabemos que esto no es un juego: cualquier voluntario que ganemos es un agente de cambio más en la lucha contra la pobreza.

P: Aunque se insiste en la neutralidad de la organización, ¿encontráis respaldo en algún sector político o mediático del país o por el contrario estáis ofreciendo una reacción? ¿Sentís que lucháis contra el sistema?

R: El problema es que la lucha contra el sistema quita tiempo y quita oportunidades de ayudar a las personas. No estamos luchando contra el sistema “per se”, estamos trabajando a un lado del sistema, dentro del sistema. El caso es que estamos mejorando el sistema, creo que eso es lo fundamental.

P: Al no existir una afiliación política o religiosa oficial dentro de “Un techo para mi país”, ¿no se genera cierto debate entre los voluntarios?

R: Claro, claro que sí. Hay chicos judíos, chicos cristianos, hay de todo tanto en lo referente a religión como a política. El área de formación y voluntariado organiza una serie de actividades y conservatorios donde invitamos a profesores de universidades, académicos respetados, familias de los asentamientos y voluntarios para que compartan sus ideas y se abran foros de debates. Más que algo perjudicial nos supone un enriquecimiento, siempre tratamos de mantener una posición institucional neutra. Cada voluntario es libre de tener el ideario que mejor le parezca y es de nuestra responsabilidad mantener una postura abierta a todo.

P: Tu actividad en la organización, ¿es algo que pertenece a tu etapa de formación o forma parte de tus proyectos de futuro? Por otra parte, ¿existen grados de implicación en la organización?

R: Personalmente yo sí planteo quedarme en esto de la lucha contra la pobreza, es una cosa que me marcó de manera radical. Aunque ahora lo digo con toda la confianza del mundo y quizás más adelante voy a tener que “chapear” –trabajar- en otra cosa, todos tenemos que hacer algo para subsistir. La lucha contra la pobreza se puede tomar desde cualquier frente, desde el personal o el profesional. Claro. De hecho, cualquiera que esté trabajando por cuenta propia puede hacer donaciones y todo, puede seguir vinculado a la organización ayudando en ciertas áreas. Con respecto a la implicación de cada uno, cualquiera que esté trabajando por cuenta propia puede hacer donaciones y todo, puede seguir vinculado a la organización ayudando en ciertas áreas.

P: En concreto, ¿cómo podemos colaborar nosotros desde España?

R: Infórmense, entren en la página de la organización; ahí pueden ver el proceso para las donaciones… Pero sobre todo infórmense, aprendan de la situación de pobreza. Es muy importante que sean conscientes, y si vuelven a Perú vengan a construir. Verán lo que es imposible ver en Macchu Picchu: verán el Perú.