Diario de Ruta 2013-2014, Tailandia

Flores de loto y 108 monedas en busca de la fortuna

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La atracción de la buena suerte es uno de los reclamos de los templos del Buda Esmeralda y del Buda reclinado


Aún ataviado con la túnica de invierno, el Buda Esmeralda se encuentra en el complejo el Gran Palacio, una enorme construcción de más de cien edificios situada en el centro de Bangkok. Tres veces al año, coincidiendo con el cambio de estación, el propio rey le cambia la vestimenta al Buda.

Cuando se realiza el cambio de vestimenta, es tradición lavar la escultura con un agua que posteriormente se utilizará como agua bendita. Las personas que visitan el templo, pueden mojarse la cabeza, zona sagrada el cuerpo, con este agua.

Es tradición hacerlo con una flor de loto que después, al entrar al templo obligatoriamente descalzo en señal de respeto, se ofrece a Buda junto a un deseo. Otra de las cosas que la tradición manda evitar es colocar los pies en dirección al Buda. Éstos deben estar en orientación contraria a éste puesto que los pies, en la religión budista, se consideran algo inapropiado.

A pesar de su nombre, el Buda Esmeralda no está hecho de esta piedra preciosa. La imagen fue encontrada en 1434 en Chiang Rai y en aquel momento estaba recubierta de yeso. Más tarde, el mismo monje que había descubierto la imagen observó que bajo el yeso había piedra verde. Aunque en aquel momento se creyó que la piedra era esmeralda, en realidad es jade.

Pero sin duda, el buda más curioso que hemos encontrado en nuestra ruta por la ciudad de los ángeles es el Buda Reclinado. El monasterio en el que se encuentra es considerado la mejor universidad de masaje tailandés, así como uno de los principales centros precursores de la medicina natural del país. Este es el buda tumbado más grande del mundo. Mide 46 metros e longitud y 15 metros de altura y está construido con yeso orado y ladrillos.

En uno de los pasillos del templo, hay 108 cuencos de bronce. La tradición indica que, al salir del templo, los visitantes deben echar monedas en estos cuencos porque se cree que así se atraerá la fortuna y la buena suerte.