Noticias 2013-2014, Tailandia

La expedición se despide de Bangkok entre budas y flores

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Los expedicionarios han aprovechado sus últimas horas en Bangkok para visitar algunos de los monumentos más destacados de la capital como el Buda de Esmeralda y el 'Wat Pho'.


Los expedicionarios han aprovechado sus últimas horas en Bangkok para visitar algunos de los monumentos más destacados de la capital como el Buda de Esmeralda y el ‘Wat Pho‘, Templo de Buda Reclinado.

Antes de iniciar el recorrido de carácter más turístico, el grupo ha realizado manualidades tradicionales enseñados por la guía Dao, quien durante todo el viaje ha querido mostrar a los integrantes de la presente edición de Tahina-Can las costumbres de su tierra. Y es que es típico que las mujeres decoren la flor de loto antes de que florezca, lo aprenden en la escuela durante su adolescencia.

Además, los tahínos han realizado un ritual de bendición empapando la flor en agua purificada para después mojar la cabeza, considerada la parte más noble del cuerpo en el budismo.

El primero de los lugares visitados ha sido el Gran Palacio, construido para el rey Rama I. Se trata de todo un complejo donde se encuentra la residencia real y otros edificios donde el rey realiza varias ceremonias. También se encuentran las oficinas gubernamentales, aunque lo más destacado es el templo del Buda Esmeralda, la figura venerada a la que se le cambia la vestimenta según la estación del año (verano, temporada de lluvia e invierno).

La entrada a un lugar sagrado implica el cumplimiento de una serie de indicaciones. Además de acceder descalzos a los templos y llevar cubiertos hombros y piernas, los visitantes han de sentarse de manera que la cabeza quede por delante de los pies, pues estos son la parte más impura del cuerpo según la tradición budista.

En el gran palacio, los expedicionarios han paseado entre templos, estatuas mitológicas y monumentos que han visto pasar a los reyes de Tailandia desde el siglo XVIII.

La ruta también ha pasado por el Wat Pho, el templo con el Buda Reclinado más grande de Tailandia. La estatua de 46 metros de largo y 15 de alto y recubierta de pan de oro, es uno de los monumentos más visitados del país. En el templo, además hay toda una serie de recipientes de acero. En cada uno de ellos los expedicionarios han echado monedas para llamar al cumplimiento de sus deseos.

Con estas visitas, la expedición Tahina-Can 2014 ha conocido mejor la historia de Tailandia, una cultura donde el budismo y los reyes constituyen un pilar fundamental de la sociedad.