Noticias 2009, Ecuador

La Expedición Tahina-Can Bancaja arranca con la visita al centro histórico de Quito

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Tras una rápida instalación en el hotel, los expedicionarios realizan su primera incursión en el país, pudiendo descubrir el arte, la historia y las gentes de la capital ecuatoriana.

Los estudiantes divididos en dos grupos partieron en dirección al centro histórico de la ciudad de Quito. Desde los vehículos pudieron tener el primer contacto visual con la metrópolis, mientras recibían las indicaciones de unos guías locales que acompañarían a los jóvenes aventureros durante su primera jornada. De camino, observaron la Basílica del Voto Nacional, de estilo neogótico y característica por sus gárgolas que emulan especies de la fauna nacional amazónica. Los expedicionarios llegaron al Convento de San Francisco, antiguo centro administrativo de Quito en la etapa precolombina de la urbe; allí comenzaron su visita a pie. Entraron en el convento que actualmente alberga la mayor colección de arte barroco quiteño y contemplaron el conjunto arquitectónico colonial de gran valor artístico.

 

A continuación, los estudiantes se dirigieron a la Plaza Grande, donde se concentran los principales organismos de la capital del Ecuador moderno. Mientras observaban el Monumento a los Héroes de la Independencia del país, se encontraban rodeados del Palacio de Carondelet, donde reside el Presidente del Gobierno; del Palacio Arzobispal, del edificio de la Municipalidad de la ciudad y de la Catedral Metropolitana. Los expedicionarios tuvieron la ocasión de admirar la virtuosa bóveda y el coro de esta última.

 

La última parada del circuito tuvo lugar en la Iglesia de la Compañía de Jesús. Ésta es destacada por su exquisito estilo barroco albergando en su interior hasta siete toneladas de oro distribuidos a través de los ornamentos y columnas, cuya magnitud captó la atención de los visitantes.

 

A pesar de las tediosas horas de viaje y de la rápida adaptación al nuevo entorno, los expedicionarios disfrutaron de su visita al centro histórico de Quito, compartiendo sus primeras sensaciones, observando su amplia diversidad y entrando en contacto con sus gentes en las calles y plazas.