Los tahinos ya han entrado en contacto con Egipto tras un largo periplo que les ha hecho tomar tres aviones hasta llegar a Aswan, su primer campamento en el Nilo.
La Expedición Tahina-Can ya está alojada en el crucero Princess Sarah con el que, estos próximos días, recorrerán el Nilo de sur a norte hasta Luxor. Tras partir ayer de Barcelona con dirección a Estambul, se embarcaron en otro avión que los llevó hasta El Cairo, y desde allí, sin haber dormido, tomaron otro vuelo a primera hora de la mañana que ya les dejó a orillas del Nilo en la ciudad de Aswan.
Con muchas horas de sueño acumuladas, pero con todas las maletas ya en el autocar, los expedicionarios han visitado la Gran Presa de Aswan, construida hacia los años 70 por el expresidente Nasser con financiación de la antigua URSS. Una presa que ha conllevado ciertos trastornos en el hábitat natural del Nilo, pero que permitió iniciar la modernización de Egipto y generar, a día de hoy, entre el 20 y el 25% de la energía que aquí se consume. También han visitado una de las conocidas canteras de granito rosa, donde se haya un gran obelisco inacabado. Estas grandes piedras se rompían y separaban mediante cuñas de madera y bolas de uralita, que eran transportadas hasta el Nilo.
Después de estas dos cortas, pero interesantes visitas, los tahinos ya han puesto rumbo hacia el crucero Princess Sarah, donde se han instalado en los camarotes y donde han podido comer, descansar y disfrutar de una baño en la azotea del barco. Una vez con las pilas cargadas, ya están listos para seguir con la aventura: esta tarde paseo por las calles y los mercados de Aswan.
Mar Bombardó
