Seis expedicionarios. Seis experiencias. Seis modos de ver la Expedición. Seis maneras de viajar.
Hemos hablado con seis de los participantes en la Expedición Tahina-Can Bancaja Perú 2008 para que, casi un mes después de aterrizar en casa, nos cuenten cómo fue su viaje personal por tierras peruanas.
Ignacio Linares estudia Gestión y Administración Pública; Nahia Mitxelena está en tercero de Ciencias Empresariales; Mari Paz Bello cursa Magisterio en Educación Primaria; Estefanía García ha iniciado la carrera de Turismo; Lara Guirao está a punto de licenciarse como periodista y Ana Esther García es titulada en Magisterio en Educación Infantil y estudia Periodismo.
Un viaje de 11 días por Perú. Una experiencia de periodismo de viajes para gente que mayoritariamente no procede del campo de la comunicación. ¿Porqué escoger este viaje?
Nahia nos cuenta que le pareció una alternativa educativa inmejorable para aprender sobre el periodismo, para conocer a gente nueva y viajar lejos, a un país con encanto que quizás nunca conocería viajando por turismo. Mari Paz, a su vez, afirma que “me embarqué en el proyecto porque pensaba que me daba la oportunidad de viajar de un modo diferente. Tahina-Can Bancaja nos permite sumergirnos en la cultura de un país, poniéndonos en contacto con sus gentes que son las que más pueden enseñarnos cómo se vive allí en realidad.”
Estefanía, por su parte, cuando salió la convocatoria del viaje “entré a la página y en cuanto vi fotos y videos de viajes anteriores me dije: yo quiero salir en esas fotos y videos, quiero formar parte de Tahina-can Bancaja, no lo pensé dos veces y rellené la solicitud.”
Después de un mes de estar en España y poder digerir el viaje, Ana Esther nos confiesa que “antes de partir me había imaginado que sin duda sería la experiencia de mi vida y hoy lo puedo gritar bien alto. Ha superado mis expectativas y me ha cambiado la vida.”
Lara nos cuenta que lo aprendido se podría resumir en que “somos unos privilegiados que no nos contentamos con nada cuando en el resto del mundo la gente es aún más feliz que nosotros sin tener ni la mitad de cosas.”
Ignacio, por su parte, nos cuenta que todo lo vivido en Perú durante los once días ha influido en su pensamiento global, “cobrando especial protagonismo en parcelas como la tolerancia, el compañerismo o el valor que otorgamos a las cosas. Es un viaje que, quieras o no, contribuye a mantener la mente abierta.”
Nahia nos confiesa que durante el viaje ha aprendido a ayudar, “a poner un poquito de mi parte para que otras personas logren algo grande en sus vidas, el viaje me ha enseñado a luchar, a soñar y también a cumplir mis sueños…he aprendido a trabajar, a trabajar en equipo”.
Para nuestros seis expedicionarios, las imágenes que más han ahondado del país han sido las sonrisas y las miradas de sus gentes, la salida de la luna a orillas del lago Titicaca, y el majestuoso Machu-Picchu y HuaynaPicchu. De la Expedición, escogen todas y cada una de las personas que han formado parte de la ella y han compartido esta experiencia con ellos.
Finalmente, les pedimos a cada uno que nos definan Tahina-Can Bancaja en una frase:
Ignacio: “Una buena zancada en el camino que es la vida.”
Nahia: “Un sueño cumplido.”
Mari Paz: “Algo imposible de olvidar, 70 nuevos amigos y experiencias que me acompañarán de por vida.”
Lara: “Me quedo con una frase que leí poco antes de irme a Perú "Los viajes son en la juventud una parte de la educación y, en la vejez, una parte de experiencia". Creo que Tahina-Can Perú 2008 ha sido eso, en principio educación pero con el tiempo se convertirá en una experiencia vital única e irrepetible…”
Estefanía: “Siento mucho dentro de mi cada vez que recuerdo algún momento del viaje, pero sobre todo FELICIDAD, creo que es lo que mejor lo describe, felicidad y alegría porque cada vez que pasa algo por mi mente del viaje se esboza en mi cara una sonrisa.”
Ana Esther: “Tahina-Can Bancaja para mí ha sido convivencia, aprendizaje, cooperación, riesgo, aventura, amistad, trabajo, descubrimiento, en definitiva, una experiencia inigualable.”
