Ojos... colores... un sólo país... muchos rostros distintos.
Ojos de color azul, ojos de color marrón, grises o verdes. Todos diferentes pero idénticos como si se tratara de campos, montañas o climas de nuestro adoptivo país andino.
La estética es variable al igual que el propio mundo, como un ojo. Aunque siempre contenido en ese mismo ente, diferente pero constante.
Camélidos al norte, glaciares al sur, increíble clima mediterráneo en el centro hacen de Chile una de las naciones con mayor biodiversidad del mundo.
País andino digno de perderse en él buscando sus preciosos minerales, siguiendo el rastro de los grandes mamíferos acuáticos o sus árboles endémicos y milenarios. Pero sin duda, reencontrarnos con el amor, conmigo mismo, con vosotros.
