Noticias 2017, Colombia

Los Tahinos conocen a sus «hermanos» de Bogotá

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El último día de los expedicionarios en Bogotá se desarrolla con diversas actividades como la visita a la Universidad UTADEO, la visita al museo del oro y el museo del máximo exponente del arte colombiano Fernando Botero, para finalizar con unas espectaculares vistas de la ciudad de Bogotá en el monasterio de Monserrate.
Viernes, 23 de Junio. Los Tahinos despiertan a las 6:00 en el hotel Continental de Bogotá, rumbo a la Universidad Bogotana Jorge Tadeo Lozano (UTADEO). Los expedicionarios se disponen a intercambiar una mágica experiencia con sus hermanos bogotanos. 
El punto fuerte de la jornada fue una intensa y apasionante charla de Juan Carlos Villamizar, precedida con la proyección de un vídeo-homenaje a la paz realizado por el equipo de Tahina-Can. 
Juan Carlos, que se vio obligado a exiliarse en el País Vasco y Cataluña, trabajó haciendo contactos políticos hasta que, tras 14 años regresa a Colombia para colaborar en las negociaciones por la Paz que se firmó en Cuba el pasado 2016. 
Tras la charla, los expedicionarios se han dirigido al centro de Bogotá para fotografiar su ambiente y compartir experiencias con sus hermanos bogotanos, encargados de guiarlos por la ciudad durante esta actividad. El centro ofrece una gran variedad de personajes paseando y multitud de vendedores ambulantes vendiendo una gran cantidad de baratijas. Estos personajes componen el espíritu del centro de Bogotá, lleno de contrastes y plagado de arte callejero.
Tras esta fascinante experiencia, los tahinos se dirigen al museo del oro, donde han podido ver piezas de gran valor espiritual para los pueblos nativos. El recorrido continúa a través de una cámara acorazada donde se encuentra una pieza emblemática de la leyenda del Dorado: la balsa de la ofrenda. El recorrido por este museo concluye escuchando los sonidos del Mamo, en plena oscuridad, acompañados de piezas de oro que son iluminadas al ritmo de los cánticos de tribus, completando una experiencia mágica. 
Tras quedar maravillados por el oro, se lanza a debate entre los tahinos la posibilidad de realizar una visita al museo Botero para presenciar la pintura y la escultura del mayor exponente del arte colombiano. Los tahinos aceptan alegremente la oferta y disfrutan de la genial obra de Fernando Botero. A la salida,  se dirigen a la última actividad de este apasionante día: la visita a Montserrate. 
Para esta visita, los tahinos ascienden en teleférico, algunos disfrutando de las vistas y otros soportando el mal de alturas. Ya en la cumbre, la jornada culmina con los tahinos siendo testigos de un espectacular atardecer de la ciudad de Bogotá.