“Nunca había tenido la oportunidad de compartir experiencias con gente con la vitalidad que han demostrado los “tahinos”: A.Gil

– ¿Qué sabías de Tahina-Can Bancaja antes del viaje?

Sabía muy poco, únicamente que mi compañero en la delegación de Alicante Alberto Santacruz había estado con la Expedición en Cuba en 2007. Sabía que era un proyecto de turismo y aventura en el que participaban estudiantes universitarios y poco más.

– ¿Cómo un periodista deportivo se embarca en una aventura de periodismo de viajes?

Yo no me embarco en el viaje en tanto en cuanto soy periodista deportivo, sino porque EFE ofrece el proyecto a sus periodistas en Valencia y a mí me parece muy sugerente la idea, me ofrezco para participar y se acepta mi ofrecimiento. Lo hago como periodista en general y, en segundo lugar, como profesor asociado de Periodismo en la Universitat de València, lo que me hace considerar muy interesantes todos los horizontes informativos en el marco del periodismo deportivo o en cualquier otro.

– ¿Habías participado alguna vez en un proyecto de este tipo?

Como periodista he viajado bastante, pero siempre para misiones informativas concretas en las que todo el tiempo, en ocasiones más de un mes, he estado dedicado a la cobertura de un gran acontecimiento (un Mundial de fútbol, unos Juegos Olímpicos …) pero nunca había participado en un proyecto de estas características, ni había tenido la oportunidad de compartir experiencias con gente con la vitalidad que han demostrado los “tahinos”.  

– ¿Qué expectativas tenías antes de partir?

Pensaba en varias cosas, en las ventajas y los inconvenientes de viajar con gente joven, en la capacidad que los expedicionarios iban a tener para mantener bien abiertos los ojos ante experiencias difíciles de olvidar, en el cansancio físico, que me preocupaba. Me interesaba mucho observar no sólo la realidad del Perú, sinó, en gran medida, observar a los jóvenes españoles que provienen de otra cultura y tienen otras necesidades y ver cómo se producía su adaptación a un nuevo medio: cómo observaban ellos esa realidad. He comprobado que su capacidad para asimilar y empaparse de lo que el viaje ha ofrecido ha sido espectacular

– ¿Cómo encaraste la idea de que 60 personas, la mayoría de ellos no periodistas, realizaran labores de comunicación diarias publicando noticias, realizando vídeos, programas de radio o fotogalerías?   

Lo dije en Perú delante de todo el grupo y pienso que el trabajo previo de asimilación de los conceptos básicos del curso ha sido fundamental. Sin esa preparación no habría habido el resultado que ha habido. Luego todo ha dependido de la implicación de los expedicionarios, de la motivación de los monitores y del amor propio de todos y cada uno de los que han viajado. Las conclusiones positivas para los periodistas son obvias. Las conclusiones positivas para los no periodistas se encuentran en el marco de entender cómo se hace información y, como consumidores de ese producto, entender un poco más los procedimientos que el profesional debe poner en práctica para interés a los ciudadanos, ya que lo han practicado.

– ¿El periodismo se aprende en las aulas o fuera?

En un cincuenta por ciento. Muchas bases se sientan en el entorno académico, pero la parte experimental es imprescindible para funcionar. Se trata de un oficio. Hay que aprender los fundamentos, pero luego, el día a día, es fundamental, porque la casuística nos permite experimentar y “bajar a la arena” para aplicar lo que nos han enseñado. 

– ¿Con qué te quedarías de estos 11 días de viaje? (tanto de la Expedición como de Perú)

Del Perú con haber dado un paso más en el conocimiento de un continente apasionante. Del viaje con las posibilidades de vivir una experiencia personal interesante y de observar el país desde un prisma diferente al que el turismo puro y duro te puede ofrecer. Buena parte de mis viajes los he hecho para trabajar y tanto en ellos como en este caso, el no ir como un turista más, te permite una inmersión en el país y una aproximación mucho mayor a su realidad.

– Una frase, palabra que defina para ti el viaje a Perú con la Expedición.

Una experiencia de impacto incluso para los que no tienen veinte o veinticinco años y se impactan por muy pocas cosas.