Mariona Grau Terol
Said es un hombre de unos cincuenta años, no muy alto pero corpulento. Con su teléfono móvil pegado a la oreja camina con decisión y deja tras él un rastro de humo de tabaco. Habla un inglés sencillo y pausado, como si tuviera que traducir palabra por palabra. Habitúa a mostrar recelo a la hora de hablar de sus orígenes; sin especificar su lugar de procedencia, Said explica que vive en Teherán.
Said muestra más fluidez a la hora de hablar de su profesión, ya que lleva veinticuatro años trabajando como guía turístico para españoles, con los que recorre todo el país. Hoy por hoy, se dedica únicamente a esto; sin embargo, los tres primeros años los trabajó de manera no oficial. Said explica que es licenciado en arquitectura y que, además, estuvo en Madrid estudiando y reforzando su español. Tras unos años, decidió sacarse el título de guía.
El guía reconoce que después de los recientes acontecimientos en Irán el turismo no se ha visto afectado en mayor medida, ya que los turistas que él suele acompañar vienen por intereses intelectuales y culturales. Lamenta que por culpa de las leyes morales que aplica el país sobre la indumentaria femenina hay muchas mujeres que prefieren no visitar Irán.
Respecto a los límites establecidos a su trabajo por parte del gobierno, el guía explica que “todos los países tienen sus cosas”, dando a entender que no se les permite hablar de temas que vayan contra las leyes. Uno de estos ejemplos son las nuevas religiones, aquellas posteriores al islam, ya que son consideradas imperfectas y falsas. En cuanto a la cuestión militar, el guía explica que no se debería exceder en proporcionar información, ya que al haber muchos espías que quieren entrar en el país se podría poner en riesgo la seguridad nacional.
Said es un hombre apasionado por su trabajo; es un guía con experiencia y capacidad necesaria para guiar a turistas por Irán. Siempre pegado al teléfono y con su cigarro en la mano muestra su querido Irán a cientos de españoles durante el año.
