La expedición Tahina-Can se adentra en el desierto del Sahara.
Un oasis, el desierto y un pueblo dedicado a la cerámica fueron los destinos del día de hoy.
A primera hora de la mañana los expedicionarios subieron en el autocar que los llevaría en su aventura por el desierto.
Después de unas horas llegaron a su primer destino: el oasis de Fayum. Un espacio natural que encontramos en el medio del desierto y donde se encuentra el lago de Fayum de dónde sus aguas provienen del Nilo
Después de esa breve parada, la expedición se dirigió hasta Wadi al-Hitan conocido también como el Valle de las ballenas. Allí se encuentran gigantescos fósiles de ballenas terrestres y un museo de fósiles marinos en medio del desierto. Actualmente también es un punto en las rutas camelleras.
Tocaba coger fuerzas y pararon en Tunez un pequeño pueblo en medio del oasis y que esta especializado en cerámica artesana.
Por la tarde emprendieron un largo camino hacía El Cairo donde cerraron el día perdiendose por las calles de la ciudad
Escrito por Laia Sala
