Noticias 2009, Ecuador

Tahinos sobre ruedas

bici1.JPG
Aventura, polvo, emoción, velocidad, sol. paisajes, fauna, flora, viento, agua... y como no, caídas y diversión. Todas ellas se dieron cita en el descenso en bicleta que realizaron los tahinos desde la laguna Cuicocha hasta el poblado de Cotacachi.

Con pocas horas de sueño los tahinos despertaban cargados de energía y subían al autobus rumbo a la provincia de Imbabura, su primera gran aventura por tierras ecuatorianas les esperaba. Desde el bus ya pudieron disfrutar de increibles paisajes y pequeños poblados camino del norte del país.

Al llegar, un guía esperaba a cada grupo y les llevó hasta un centro de interpretación donde los vehículos de dos ruedas esperaban, dando un paseo junto a la gran laguna de Cuicocha, una masa de agua ubicada sobre el cráter de un volcán con una profundidad de 200 metros y que no alberga vida debido a las emisiones de este.

Una vez finalizado el pequeño recorrido visitaron el centro, recojieron un Snack para el descenso y cada uno tomo la bicicleta que llevaría hasta Cuicocha. Los nervios y las risas colmaban el ambiente, no todos son grandes ciclistas ni lo parecían. ¿Cómo funcionan los cambios? ¿y para frenar que hago? fueron algunas de las preguntas que se repetían innumerables veces.

Tras una primera toma de contacto con las mountain bike el descenso comenzó por grupos y el único abandono no tardó en llegar, tampoco las risas cuando las caídas hicieron su aparición, sobre todo la de un tahino que ataviado con un vaquero cortado por el mismo, un pañuelo de camuflaje y un calzado no apto para el deporte realizó un equilibrismo estelar como si de un mono de circo se tratara acabando en el suelo.

Durante el recorrido por un camino de tierra en estado óptimo para acabar enharinados como corquetas ya fuera por la polvareda o por acabar rodando, los tahinos disfrutaron de un entorno espectacular, con preciosos paisajes, gran variedad de animales domésticos, y curiosos lugareños, así como de un jardín etnobotánico que visitaron camino de la meta. En este espacio de plantación los expedicionarios conocieron una gran variedad de plantas medicinales con múltiples usos como es el ejemplo de la Jícama, planta con propiedades afrodisíacas muy adecuada para hombres con problemas viriles.

Por fín llegaron a su destino, Cotacachi, donde tras un pequeño paseo el que los chicos se hicieron con algunos recuerdos con la difícil lucha del regateo, subieron de nuevo a los autobuses que les conducirían hacia la pequeña comunidad indígena de Runa Tupani, que les obsequiaron con alimentos típicos y una exhibición de danzas y juegos tradiconales.