Diario de Ruta 2010, Chile

Todavía hay escasez de recursos para los hospitales interculturales

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Medina mapuche podría ser la contracrónica de la occidental, por ello deben evaluar ciertos aspectos de la región de Temuco. En enclave del único hospital de esta condición en Chile.

 

 

La medicina llevada a cabo por los mapuche, principalmente en la región de la Araucanía, es compartida por los mismos indígenas del sur de América y por los huankis, gente no mapuche. Ese el caso del Hospital Makewe de Temuco que cuenta un 40 por ciento de pacientes no mapuches.

A pesar de que la medicina tradicional ha tenido una buena aceptación en la región, lo cierto es que el Estado tardó diez años en reconocer oficialmente el Hospital Intercultural. Hace tan solo cinco años que el Hospital está activo, ya que antes existía una ley que no permitía llevar a cabo este tipo de medicina. Aún siendo ahora reconocidos y recibir la ayuda del gobierno, Antonio Lizama, uno de los responsables del centro médico, sigue afirmando que tienen problemas de escasez de recursos.  

 

Una situación similar ocurre con el centro de salud Boroa Filolauen, un espacio comunitario e intercultural impulsado por mapuches que no está reconocido por el Estado. Para Avelino Pichicona, coordinador del centro, “las postas rurales dirigidas por las municipalidades no cumplían con el deseo de la gente del campo, especialmente de la gente mapuche”. Los centros de salud de la comuna Boroa atendían sólo una vez al mes, siendo insuficiente para los campesinos. Ante tal situación, sus habitantes  decidieron organizarse para crear el centro. La idea surgió para tapar un vacío en la cobertura de la medicina convencional, con lo cual lo menos que tendría que hacer el Estado es apoyar al máximo la iniciativa. A pesar de que ha ido aumentando el número de personas implicadas en el proyecto y el número de comunidades asociadas en los siete años que lleva funcionando, el centro recibe exactamente el mismo presupuesto del Estado que cuando empezó. La falta de recursos no les permite, por ejemplo, poder hacer visitas domiciliarias, excepto en caso de verdadera urgencia, o tener médicos a jornada completa.

 

¿No sería justo que se invirtiesen más recursos para tirar adelante las  iniciativas de medicina mapuche que se gestionan con el total apoyo de la comunidad? Al fin y al cabo, es la medicina en la que ellos creen y, contando con resultados positivos, permite que la gente con ganas de ayudar a mejorar la salud de las otras personas de su entorno pueda conseguir sus objetivos. Como habitantes y originarios de Chile, los mapuches deberían tener reconocida su medicina y se les debería ayudar a tirar adelante sus iniciativas.