Diario de Ruta 2008, Perú

Una Historia Vivida en Lima, La Ciudad de los Reyes

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Lima, una ciudad con muchas caras, abre sus calles a las inquietudes de los expedicionarios.

 

Perú es la tierra poliédrica de facetas, irresumible en los planos naturales, culturales y sociales que se nos ofrece en 1.300.000 Km2. aproximados donde se agolpan la cordillera de los Andes, la selva amazónica y las áridas planicies de la costa del Pacifico.

Lima es una ciudad relativamente joven: se fundó a principios del siglo XVI por un Pizarro Conquistador implacable que se asentó entre los ríos Chillon, Rimac y Lurin, en una zona en la que se esperaba grandes expectativas y que no defraudó en absoluto.

Lima forma un área urbana continua con el puerto del Callao. Un puerto marítimo que es un área de tierra y mar, sal y tierra mojada, tráfico de mercancías y de personas, de anhelos futuros en tierras nuevas. Cuentos del Pacifico hilados por un mar de viajeros, que llegaron al Virreinato durante el régimen español, con proyectos en un territorio nuevo y prácticamente inexplorado.

 

El centro, construido bajo aires de nostalgia histórica tras repetidos seísmos apocalípticos a lo largo del tiempo, muestra la perdida de una razón arquitectónica, pero no así de la personalidad de los hijos de Lima

 

Es una ciudad que atrapa al visitante, no deja indiferente: se odia y se ama a la vez. La memoria ancestral de sus ciudadanos evoca un sentimiento de unión y de anhelante convicción para avanzar y evolucionar, perfeccionarse, mas aun si cabe, dentro del rol de ciudadano modelo

 

Se oye el batiburrillo en los comercios, los pasos de la gente apresurada que sueña con otras épocas, la mezcolanza de caracteres que hace tan rica a esta sociedad se hace evidente a cada paso dado. De aquí para allá, deambulan mil etnias que coexisten en paz y armonía, evidencia de que la globalización cultural es factible y deseable.

 

Cruzamos calles peatonales con aires de solera, historia cincelada piedra a piedra; mil gentes se agolpan observando lo que nuestros ojos entienden parcialmente: su historia.

 

El guía nos relata mil leyendas de conquistadores y política, de sociedad y glamour; y sin embargo, apenas rascamos mas allá de unas décimas en la superficie que el legado de este pueblo nos ofrece.

 

Actualmente, es un pueblo en plenos cambios, se adapta a los tiempos modernos pero sin perder su horizonte lejano de mil y un cuentos que lo engrandece como pueblo.

 

Más de 43 kilómetros mide uno de los radios de la ciudad y son unos ocho millones de almas, que sueñan con engrandecer su patrimonio a base de arduo trabajo y sobre una base de fe y esperanza

 

La educación es progreso; en Lima, las decenas de Universidades nos ofrecen esa visión de futuro. Un pueblo sin educación es un pueblo maleable, pero es inaudito pensar que Lima es maleable.

 

Esta ciudad, Lima tiene su propia personalidad y se forja un futuro dentro de Perú, de Sudamérica y del Mundo. El precio de este futuro, es la ilusión de los limeños en alcanzar sus límites que son los que ellos mismos se impongan.