Los expedicionarios se reúnen en el aeropuerto de El Prat, para dar comienzo a la expedición.
Llegada al aeropuerto internacional de Entebbe a las tres de la madrugada.
Parada en ruta para estirar las piernas, preludio del primer contacto con la población local.
Los Rangers, guías y protectores de los rinocerontes en la reserva de Ziwa.
A medio día, el rinoceronte blanco aprovecha para descansar y refrescarse con el lodo húmedo.
Paseo por Masindi, donde los expedicionarios aprovechan para ojear tiendas locales y descubrir los entresijos del mercado.
En la plaza principal se forman paradas repletas de productos típicos.
Los expedicionarios se pierden entre la población local, donde una mujer muestra sus creencias religiosas mediante la lectura de un pasaje de la Biblia.