Por Alexandra Gil y Júlia Álvarez
Rafa Martín es periodista, cofundador y CEO de la agencia Rift Valley. La sede se ubica en Sabadell y promueve el slow tourism. Junto a esta agencia se organizó Tahina-Can Etiopía 2023 y también la actual expedición. En esta ocasión, Rafa nos acompaña de forma excepcional.
¿Cómo se fundó Rift Valley?
Se fundo hace 10 años, en febrero de 2014. Siempre me ha gustado viajar. Me dedicaba al periodismo porque pensaba que era la mejor manera para viajar. Leía y quería ser Kapuściński. Con Toni (Espadas), mi amigo de la infancia, que luego fue mi socio, pensamos cual era la mejor manera para viajar durante más tiempo.
¿Por qué África?
Me encanta viajar por todos sitios, pero África es un continente que te permite volver a sentirte niño. Todo aparentemente es complicado pero en realidad es muy fácil. Es un continente muy cercano, lleno de aventuras, de naturaleza y sobre todo de amabilidad. Tiene ese punto de exploración y conocimiento científico.
¿Cuál fue tu primer viaje al continente?
La primera vez que fui a África fue a Marruecos. Con el tren llegué a Algeciras y después cogí un transbordador hasta Fez.
Cuando contamos a nuestro círculo que nos íbamos a Uganda, muchos se extrañaron. ¿Sigue siendo un destino poco común para los españoles?
No es el destino más popular de África, pero África no es un país. Es muy diferente el norte del sur del continente. De todos modos, el turismo en Uganda va creciendo paulatinamente.
Para la gente que viaja a África, Uganda es más como un segundo destino. Primero suelen visitar Egipto, Marruecos, Kenia o Tanzania.
¿Qué representa el turismo a nivel económico para el país?
Entre un 10 y un 12 % del PIB.
¿Qué nacionalidades tienen los visitantes de Uganda?
Vienen muchos americanos y franceses, pero sobre todo americanos. En España poco a poco se está haciendo más popular viajar a África. Siempre se ha viajado a Marruecos porque es su vecino natural y a Egipto. En los últimos años el interés está saltando a otros países como Tanzania, Kenia o Sudáfrica.
¿Crees que es necesario que los europeos viajen a África?
Es necesario y muy recomendable. Viajar es conocer. No se puede querer lo que no se conoce. No existirían muchos prejuicios de los que tenemos si la gente conociera los países. Es una buena herramienta para intentar cambiar el mundo.
¿Qué es el slow tourism?
Es un turismo que abre ventanas al mundo. Promueve que nos empapemos de lo que estamos viviendo.
¿Cuánto tiempo hay que estar en el lugar para empezar a comprender su idiosincrasia?
A partir de los 15 días para entender las principales joyas naturales y su vida salvaje.
¿A nivel social, en qué situación se encuentra Uganda refiriéndonos a derechos y a estado del bienestar?
Estamos hablando de un país que es una democracia, pero el presidente lleva mucho tiempo en el gobierno. Se habla de que hay ciertas irregularidades. Hay un principal opositor que se llama Bobi Wine, un rapero, pero nunca tiene posibilidades de ganar. Ha habido persecuciones y un retroceso. No hay guerras pero hay cierta desigualdad. Es un país muy estancado y las principales ONG ponen el foco en Uganda porque, aunque la gente vive tranquila, no se respetan algunos derechos.
Aún así, es destino para muchos refugiados.
Es un país de refugiados porque es fronterizo con el Congo, donde sí que hay conflictos políticos.
¿Qué iniciativas crees que deberían implementarse en el país para poder mejorar la situación?
Se podría potenciar el lago Victoria como un canal de comunicación entre los diferentes países por los que transcurre como es Kenia o Tanzania, ya que beneficiaría a estos países. Por otro lado, se debería eliminar la canalización de petróleo de las Murchison Falls. Hay que intentar no impulsar proyectos que puedan destruir la naturaleza y que van en contra de ella. Proyectos como estos solo benefician a unaparte, sin embargo la riqueza está en la naturaleza.
¿Cómo te ha cambiado a ti viajar?
Viajar transforma, ves las cosas diferentes. Apuesto por viajar por todo el mundo, pero viajar a África te cambia la percepción del mundo.
¿Qué diferencia hay entre ser turista y ser viajero?
El turista relaciona viajar con el lujo. El lujo para el viajero es la experiencia. Vivir una experiencia que eres incapaz de experimentar en Europa. Eso es lujo. Aquí los animales están en su propia casa. Ves elefantes tal y como han existido toda la vida desde su inicios.
Para mucha gente, “vacaciones” es descansar. Para mí, lo primordial es conocer, vivir experiencias y entender. Hay una manera de viajar que es la que me gusta: respetar, intentar no tener prejuicios y dejarse llevar.Estar abierto a los sentidos: esto es un viajero.
El turista busca hacer una actividad en un entorno diferente, pero con una logística conocida para que el impacto no sea tan fuerte. Por ejemplo un crucero. El turista prefiere su zona de confort y por eso, un viaje adaptado.
Viajar es tener contacto con el clima, la gente local… Es bueno informarse antes de llegar al país, pero no sobreinformarse. También es adaptarse y disfrutar del momento. Para mí es como surfear la vida, no solamente se puede aplicar a viajar.
¿Qué es lo mejor de tu trabajo?
Mi gran regalo y satisfacción es que la gente salga contenta. Para mí es una explosión de felicidad que un viaje le cambie la vida a una persona. Cada uno lo vive de una manera distinta. Todos vemos lo mismo, pero con prismáticos diferentes.