Los expedicionarios de Perú 2008 estuvieron acompañados durante todo el viaje por un grupo de monitores, ya conocedores de la experiencia Tahina-Can Bancaja, que marcaron sus pautas de trabajo, ayudaron y aconsejaron a los expedicionarios en sus tareas periodísticas diarias.
Alodia Quesada y Suso López son algunos de estos monitores. Alodia es licenciada en periodismo y ha trabajado en el mundo de la televisión y producción audiovisual. Suso López es licenciado en Comunicación Audiovisual y estudiante de Periodismo, y trabaja en una televisión y en diversos proyectos del mundo audiovisual. Ellos dos formaron parte del equipo de televisión. Sonia Herrera, por su parte, es licenciada en Comunicación Audiovisual y actualmente cursa el Máster Internacional de Comunicación y Educación. Ella se encargó de uno de los equipos de fotografía.
Los tres nos cuentan sus experiencias como monitores, sus rutinas de trabajo y su valoración de la Expedición.
“Hace más de un año conocí Tahina-Can Bancaja en mi facultad. Desde el primer momento supe que era algo que me interesaba, un proyecto de viajes con el que me sentía identificado y del que quería formar parte. Viajar, compartir, conocer, aprender, debatir, comunicar…Todo eso en un par de semanas y con otras setenta personas que tienen tus mismas inquietudes.”, nos cuenta Suso.
Alodia, por su parte, se embarcó de nuevo en el proyecto “porque era mi sueño”. Sonia, a su vez nos cuenta, “me embarqué en este viaje porque en realidad nunca me desprendí de los valores y la mirada del proyecto Tahina-Can Bancaja. Me enamoré de esta idea en sus inicios y sigo pensando que el aprendizaje personal y profesional que proporciona son excepcionales.”
Para Alodia volver a viajar con Tahina-Can Bancaja era “conocer de nuevo Latinoamérica (y oxigenarme con ella), compartir con mis compañeros un viaje inolvidable y currar mucho para demostrar al mundo lo que hacemos y descubrimos.” Sonia partió con la certeza de que sería una experiencia tremendamente positiva a todos los niveles, “pero dejé que Perú y todo lo que envolvía el viaje me sorprendiera a cada paso."
Con este viaje Suso aprendió “que gente que tiene muy poco, tan poco que ni siquiera les da para vivir, es capaz de sonreír cada mañana y vivir con la ilusión de algún día, ojalá más pronto que tarde, salir adelante”. Además, a nivel profesional se queda con Tahina-Can Bancaja como una de las experiencias de democratización comunicativa más importante que conoce: “involucrar en el mundo de la comunicación a gente procedente de mundos como la arquitectura, la biología, la medicina o el magisterio es un reto del que merece la pena formar parte”, apunta.
En cuanto a la experiencia de ser monitores, los tres que ha sido muy gratificante. “Aprendes a trabajar en equipo, a coordinar a la gente pero sobre todo coges detalles de todos y cada uno de ellos. Una opinión, un consejo, una idea de cada uno de ellos queda presente dentro de mí más allá del viaje.”, añade Suso. Según Sonia, “es una gran responsabilidad que hay que tomarse en serio para que el resultado del viaje sea positivo para todos.”
Suso nos confiesa que respeto al año pasado, ha notado que había cambiado el grupo pero se mantenía intacta la idea de que el verbo viajar es mucho más que seis letras, es aprender, compartir, cooperar, disfrutar, conocer…
Para finalizar, nos resumen qué es para ellos la Expedición:
Alodia: “ Tahina-Can Bancaja es y será una expedición que ha marcado y marcará mi futuro.”
Suso: “Tahina-Can Bancaja es el guión perfecto para un capítulo de esa serie de aventuras que es la vida y yo tuve la enorme suerte de poder ser uno de sus personajes.”
Sonia: “Para mí Tahina-Can Bancaja es la vivencia de la Utopía. Como dice una frase de Eduardo Galeano: "La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".
