Noticias 2017, Colombia

Hacia la Ciudad Perdida

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Motivados y cargados de adrenalina, los expedicionarios se han ido a la cama con un sueño claro: encontrar el centenario poblado escondido en la selva colombiana
El cuarto día de aventura ha empezado con el traslado desde Bogotá a Santa Marta. Los expedicionarios han abandonado el hotel a las 9:00 de la mañana cuando las calles aún estaban vacías y los termómetros marcaban una temperatura de 12 grados. A continuación, han puesto rumbo al Aeropuerto Internacional del Dorado. Antes de su vuelo, han podido aprovechar para trabajar en sus proyectos, hasta que, finalmente, se ha procedido a la apertura de puertas, y los aventureros han embarcado poniendo rumbo a Santa Marta.
Bogotá y Santa Marta son ciudades que presentan numerosas diferencias. Dos de las más significativas y que han sentido con mayor notoriedad los aventureros, son la temperatura y la altura a las que se ubican las ciudades. Primero han estado en Bogotá, ciudad que se encuentra a 2640m de altura y que presenta una temperatura media de 14 ºC. Mientras que al llegar a Santa Marta se han encontrado una temperatura que se aproxima a 29 ºC y una altura al nivel del mar. 
 
 
 
Después de un vuelo sin problemas, el equipo se ha dirigido al hotel "El Rodadero" en Santa Marta. Una vez allí, la expedición se ha reunido para concretar cómo van a abordar la aventura de conquistar la Ciudad Perdida. Gracias a los consejos obtenidos por parte de los guías que acompañarán a la expedición durante todo el recorrido, y al profesor y guía David Rull, los viajeros han podido aclarar todas las dudas respecto al trekking.
 
Una vez finalizado el encuentro, los expedicionarios han podido aprovechar el tiempo libre refrescándose en una abarrotada playa caribeña, así como en la piscina del hotel. Ha sido el paso previo a la finalización de trabajos que han mostrado durante la noche, en la que han recibido los aplausos y comentarios de sus profesores.  
 
 
Pero sobre todo, se ha aprovechado para trabajar dinámicas de grupo con las que facilitar el ascenso a la Ciudad Perdida. Se trata del mayor reto, según el líder de la expedición, Santiago Tejedor, al que se enfrenta la expedición Tahína-Can tras 12 expediciones. Motivados y cargados de adrenalina, los expedicionarios se han ido a la cama con un sueño claro: encontrar el centenario poblado escondido en la sierra del Tayrona. 
 
Papá, mamá, nos vamos: ¡Volvemos en cinco días!