Hablando sobre la integración de los diferentes pueblos ecuatorianos, el ministro indicó a los presentes que su país "cambió para siempre en 1989" cuando los indígenas, hasta entonces inexistentes políticamente, "decidieron reivindicar sus derechos". En ese año, los pueblos autóctonos ocuparon las calles de la capital y cortaron las carreteras del país. Era su forma de protestar ante la falta de reconocimiento legal de sus comunidades como parte esencial del Ecuador.
Según contó a los allí presentes, desde su ministerio se pretende fomentar la idea de que Ecuador es una "nación plurinacional e intercultural". Este concepto quedó establecido en la última Constitución aprobada por el Parlamento ecuatoriano en 2008 y supone "el reconocimiento de las diferencias en la geografía del país".
El Ministerio de Cultura de la República Ecuatoriana fue creado hace apenas nueve meses. Entre sus objetivos principales está el que la cultura, materializada en "bibliotecas, archivos y cines” pueda ponerse a disposición también de los ciudadanos de la Amazonía que, según explicó Noriega, tradicionalmente han quedado al margen de la cultura debido a un sistema estructuralmente excluyente: “No hemos logrado crear caminos para pasar de las culturas tradicionales a las culturas modernas; las prácticas tradicionales a menudo están en peligro.”
El ministro también se refirió a la polémica nueva ley sobre la enseñanza que actualmente se está debatiendo en el país. Para él, la nueva normativa debe fomentar el sentido de los servicios públicos y en especial el de la educación para que, en un futuro, una mayoría de los jóvenes ecuatorianos puedan formarse en universidades públicas.
Y como despedida nos dejó la siguiente reflexión: "Lo más interesante del mundo es que es infinito, como la historia, la cultura y la educación. No hay una cultura definitiva, hay que divertirse con el mundo para evolucionar".