Los estudiantes universitarios de la expedición Tahina Can enseñaron el pasado viernes algunos pasos de sardana y flamenco, bailes tradicionales de Cataluña y Andalucía, a los niños de la Escuela Secundaria Técnica # 8 de Thiosuco, en el centro de la península de Yucatán. Una cuarentena de niñas y niños de segundo grado, junto con dos de sus profesores, aprendieron los movimientos básicos de las danzas guiados por cuatro expedicionarios procedentes de Cataluña, Andalucía y Francia.
Las niñas y niños convirtieron su aula en una pista de baila. Retiraron sus pupitres hacia los lados para dejar espacio en el centro de la clase y formaron un círculo. El flamenco fue el primero en sonar en los altavoces. Yolanda Santiago, expedicionaria andaluza, introdujo el tradicional “cojo la manzana, la muerdo, la tiro” al compás de la canción “Algo se muere en el alma”. Los estudiantes siguieron sus pasos entre risas nerviosas y la timidez propia de los niños y niñas ante los extraños.
Una vez que los niños se aprendieron los pasos flamencos, llegó el turno de la Sardana. Las niñas se tomaron de las manos y bailaron “La Santa Espina” liderados por Anna Diaz y David Rigola, estudiantes de periodismo de Barcelona. Paso a paso, los pequeños estudiantes movieron sus pies al son del flautín típico de la danza catalana.
El taller de danza se inició con una actividad previa que intentaba identificar los conocimientos que los niños y niñas tenían sobre España. Después de que los tahínos y los alumnos yucatecos se presentaran, el grupo se dividió en cuatro equipos que iban a competir en un pequeño juego. Los expedicionarios nombraban una ciudad de España y los niños debían situarla en el mapa. Después, los participantes del taller hicieron un intercambio cultural en el que se lanzaban preguntas sobre Yucatán y España, para aprender curiosidades y datos sobre ambos países. Emmanuel Bouvard, expedicionario francés experto en gastronomía, explicó brevemente las recetas de algunos platos típicos españoles como la paella.
La actividad realizada era parte del intercambio educativo entre la expedición Tahina-Can y el centro educativo, en la que diferentes grupos de expedicionarios enseñaron a los niños y niñas de Tihosuco algunas nociones básicas sobre España y el ABC del oficio del periodismo. Los estudiantes realizaron diferentes talleres lúdicos en los que destacaron el juego del pañuelo, y las explicaciones de tradiciones como «el cagatió».
Anna Diaz