El tiempo es oro y más si se trata de Tahina-Can Bancaja. El final del viaje se palpa en el ambiente y cada día está más cargado que el anterior. El autobús, el momento antes de cenar... cualquier ratito es bueno para trabajar. Por eso, por la saturación de actividades a la que estamos expuestos, el único momento del que dispongo para entrevistar a Pere-Oriol Costa, Doctor en Ciencias de la Información y Director de la expedición en la presente edición, es el que queda entre el debate vespertino y la cena. Unos escasos diez minutos que son suficientes para conocer algunas de las valoraciones personales e impresiones de este especialista en Comunicación Política.
Pregunta: Rápido y sin pensar ¿podría sintetizar en una palabra su primera impresión del Perú?
Respuesta: Impactante P: ¿Coincide esta realidad que ha descubierto aquí con la que había dibujado en su cabeza antes de venir?
R: La verdad es que coincide bastante. Aunque no había estado nunca en Perú he tenido la suerte de haber visitado América Latina varias veces. Tenía una idea general de cómo podía ser la desigualdad social que hay en este país y conocía algunas cosas de la cultura incaica. P: Habla de la desigualdad social que reina Perú. Es increíble cómo el gran porcentaje de población indígena está, en muchos casos, apartada de la sociedad y no reacciona de ningún modo ¿Podría hacer alguna reflexión personal al respecto?
R: Muchos países de Latinoamérica están encontrando su camino de respuesta a la globalización occidental y a la desigualdad social que ello conlleva. No obstante el Perú aún no se ha puesto en marcha. Tal vez el gobierno de Alan García sea la transición hacia este camino propio.
P: Usted participó en la pasada edición de Tahina-Can Bancaja, expedición les llevó hasta Cuba ¿Qué similitudes y qué diferencias encuentra entre ambos viajes?
R: La actitud de los expedicionarios, positiva y abierta, buscando siempre más allá de lo superficial, se mantiene intacta, igual en ambos casos. La principal diferencia es que Perú es un estado más grande, lo que supone que el viaje sea más duro y cansado. Su geografía es más complicada y su temperatura más variable. P: sé que es un poco difícil pero… ¿Cuba o Perú?
R: Las dos, no podría elegir. La verdad es que en ambos sitios me lo he pasado muy bien. P: Elija, entonces, una de las ciudades peruanas que hemos visitado y diga el por qué.
R: me quedaría con Puno, pegada al lago Titicaca, porque refleja esa realidad de contrastes que hay en este país. P: ¿Y una comida?
R: la gran variedad de patatas que podemos encontrar. Es alucinante. P: Dicen que la gastronomía peruana puede ser una de las más importantes del mundo en un futuro próximo ¿Qué opina usted?
R: Creo que se está convirtiendo en un símbolo para atraer turistas. Me gusta la comida peruana pero creo que hay un boom excesivo. Otros factores culturales muy importantes de este país están más a la sombra. P: cambiando de tema ¿Ha sido usted víctima del famoso soroche o mal de altura?
R: Sí que he notado algún síntoma, como pequeños dolores de cabeza o dificultad respiratoria al realizar ejercicio físico. De todos modos, es curioso analizar cómo este mal de altura se ha convertido en un fenómeno de psicologia colectiva. P: ¿Es de los que prefiere los métodos tradicionales, como el mate de coca, para combatir esta dolencia o se decanta más por fármacos como el Edemox?
R: por un lado he tomado mate de coca, siguiendo las costumbres tradicionales, aunque también he echado mano de unas pastillas que compré en Lima contra el mal de altura. La verdad es que me ha ido bastante bien. P: ¿Qué compra Pere-Oriol Costa si lleva 1 Sol en el bolsillo?
R: mate de coca, para combatir el mal de altura y porque me gusta. P: y por último ¿Hay algo que quiero hacer antes de volver que no haya hecho aún?
R: por supuesto, visitar Machu Picchu. La gran joya del imperio Inca.