Snaider, conocido por sus compañeros como “Kunga”, es uno de los cocineros más jóvenes que recorre los caminos que conducen a Ciudad Perdida. A sus 18 años de edad, lleva más de 13 años ayudando a su madre con las expediciones que acompañan a los turistas por la Sierra Nevada hasta el deseado destino final que se erige como el mayor tesoro de esta parte de la selva.
Mientras prepara un zumo natural de mora, cuenta que desde los 8 años lleva cocinando en su casa para su familia: “Tengo cuatro hermanos menores a los que tengo que mantener junto a mi madre. Desde los 15 años que trabajo para Expotour acompañando las expediciones y ayudando en la cocina”.
El joven colombiano dedica entre tres y cuatro días a la semana a trabajar, mientras que el resto de su tiempo estudia sin cesar para poder ir a la universidad. “En diciembre termino mi educación y, entonces, podré ir por fin a la universidad. Me da miedo, pero mucha ilusión”, se sincera, medio avergonzado.
Snaider logra economizar el tiempo con grandes madrugones y aprovechando el tiempo libre, entre comida y comida, para repasar apuntes. Además, viviendo en el Mamey, puede ir a Santa Marta, la ciudad costera más cercana, para salir con sus amigos los fines de semana: “Vamos en moto a tomar algo delante del Caribe y a rumbear para pasarlo bien”.
Aunque no sabe qué quiere estudiar en la universidad, está interesado en formaciones que se relacionen con el deporte y la naturaleza como, por ejemplo, técnico de montaña. “Estar aquí es lo que más me gusta del mundo, no lo cambiaría por nada”, afirma.
Su padre, que reside en Santa Marta, siempre le insiste en que vaya a vivir con él, pero Snaider no cambiaría su trabajo por nada del mundo.
Entre ríos y montañas, entre hamacas y senderos, entre su trabajo y sus estudios, los sueños y los proyectos de “Kunga” van creciendo y, paso a paso, se van haciendo realidad.