Por Ainhoa Santín
En el séptimo día de ruta, los tahinos pusieron rumbo a las cascadas de Margoon dejando atrás Shiraz. Un lugar emblemático donde las familias iraníes y comerciantes comparten lugar en plena naturaleza.
En farsí, Margoon significa “como una serpiente” porque el agua se desliza entre las rocas como el reptil en una caída de 70 metros de altura. La cascada está situada en la provincia de Fars, cerca de la ciudad de Sepidan.
Antes de llegar al corazón de las cataratas, los expedicionarios testimoniaron las costumbres iraníes y su estrecho vínculo con la naturaleza.
Familias iraníes, sobre alfombras de colores vivos, se agolpaban en las orillas de Margoon para realizar un pícnic. Durante el camino, el comercio seguía latente con vendedores que ofrecían fruta, maíz a la parrilla, dulces e incluso, cachimbas. Las aguas de las cascadas de Margoon reflejaron las costumbres del país persa.