Mireia Marquez
El equipo completo de expedicionarios ha aprovechado su estancia en Shiraz para visitar la Mezquita Rosa, también llamada Mezquita de Nasir ol Molk en honor al gobernante Qajar que había en el momento de su construcción. Es un recinto privado y, por lo tanto, no cuenta con minarete a diferencia de las mezquitas públicas.
La Mezquita Rosa está está cerca del centro de la ciudad y data el siglo XIX. Para construirla tardaron doce años y se terminó, concretamente, el 1888. Está formada por doce pilares o columnas que representan los doce imanes chiítas y cuenta también con un altar. La particularidad de esta mezquita es las presencia de grandes cristaleras de colores que, con la luz del sol, se reflejan en el suelo de alfombras formando así una combinación de colores espectacular. Como comenta la expedicionaria Àngela Sardà, «recuerda a un arco iris». Según ha contado nuestro guía Said, la principal razón por la que pusieron estos coloridos cristales es para evitar que mosquitos u otros insectos entren en el interior.
En un espacio separado de la mezquita se encuentra el mausoleo de Sayed Yalaledin, conocido también como ‘emamzade de cadenas’. Los chiítas lo consideran descendiente de Mahoma y por ello muchos religiosos besan su tumba (del siglo XVIII) y realizan oraciones en el recinto, donde hay también pinturas pertenecientes al siglo XVII.
Al tratarse de un lugar muy turístico, dentro del mismo recinto hay una pequeña tienda de souvenirs donde algunos expedicionarios compraron recuerdos como imanes, anillos o fulares. Se encuentra en el lado opuesto a la sala de oración con cristaleras y destaca por el colorido de sus productos, cuyo precio es más elevado de lo habitual si lo comparamos con los bazares que los tahinos han visitado.