Estas telas y tapices elaboradas con la técnica del bordado a mano destacan por su colorido y atractivo. Son piezas cargadas de simbolismos y significado.
El término ‘Suzani’ tiene origen persa y en nuestro idioma se traduce como "bordar". Nacida en el siglo XIV y hasta nuestros días, dicta la tradición que las mujeres deben elaborar cuatro telas con el arte del Suzani antes de su matrimonio.
Nasiva nos recibe con hospitalidad y alegría trabajando en su último tapiz, en una pequeña habitación decorada al más puro estilo oriental. A un lado de ésta, altas pilas de tapices y telas ya acabados. Tras nosotros, unos cuantos trabajos también comenzados. Pueden presentar varias mezclas: hay algunos que utilizan colores más cálidos, otros más vivos, no hay normas establecidas cuando se trata de creatividad.
En esa misma habitación se encuentra su padre, el verdadero artista y experto en la materia. Es él quién, tal y como nos explica Nasiva, realiza los dibujos a mano alzada con un lápiz encima de las telas.
Unas telas que, por cierto, son muy sólidas y resistentes y provienen de parte de una organización de ciegos de la misma ciudad de Bujara que se encarga de elaborarlas. A la pregunta acerca de qué tipo de algodón prefieren, la respuesta de Nasiva es decidida: siempre algodón uzbeco.
Poder bordar a mano trabajos ya empezados por Nasiva y su padre nos produce una mezcla entre inseguridad y entusiasmo. Inseguridad por el miedo a estropear unas piezas tan trabajadas y que sabemos que requieren horas de dedicación. Entusiasmo por las ganas de aprender a hacerlo y por lo sencillo que parece cuando vemos cómo lo hacen ellos.
Nasiva dedica solamente unas dos horas al día a bordar a causa de su trabajo en el restaurante Toshev Rakhmon, que tiene en el mismo local en el que trabaja el Suzani. Asegura que es un trabajo muy desestresante y ella se dedica a ello como hobbie. "No se trata de un cáculo de horas", nos explica, "sino de los materiales que se necesitan".
Entre los diferentes significados que pueden tener los distintos dibujos está el del amor, representado por las flores; el de la fertilidad y la juventud, transmitido a través del dibujo de la granada; y la representación de la riqueza a través del fruto de la almendra.
Nasiva es una mujer entusiasta, y su negocio es muy querido por los locales de Bujara, que son quienes más acuden a ella para hacerle encargos. A pesar de ello, también muchos extranjeros la conocen y aprecian sus trabajos. Su último pedido, un periodista italiano que quiere hacerle un regalo a su futura mujer el día de su boda: una tela de cuatro por cuatro metros que le costará dos años de trabajo.
Foto: Mireia Sanz