Con la mochila a cuestas, la expedición ha recorrido durante tres días las selvas del norte de Tailandia. Todo empezó el pasado domingo cuando los expedicionarios visitaron las instalaciones de un parque de elefantes y recorrieron en sus lomos y sus cabezas un recorrido de barro y agua.
Cerca de allí y tras pasar por unas cascadas para refrescarse, la expedición inició la primera caminata que les llevó tras dos horas de subidas y bajadas hasta un poblado de la tribu Karen donde pasaron la noche en cabañas, acompañados por una gran fogata.
Al día siguiente, la expedición llevó a cabo dos caminatas que les llevaron hasta otro poblado, en este caso de la tribu Lahu donde también hicieron noche en medio de un cielo estrellado.
Este martes la expedición tomó unas balsas de bambú para regresar de nuevo a Chiang Mai, bajando por el río más de dos horas.