La Expedición Tahina-Can ha dedicado la mañana de este domingo a poner el broche a sus trabajos periodísticos que iban a ser presentados por la noche, mientras navegaban rumbo a su puerto final de destino en Luxor.
Después de una travesía de tres días por el río Nilo y visitar los aledaños de la ciudad de Aswan, los expedicionarios han llegado a la ciudad de Luxor, la antigua capital imperial faraónica, donde han viajado en el tiempo a momentos de gran relevancia histórica de Egipto.
En Luxor han visitado dos templos diferentes, pero conectados entre ellos. Al estar situados en el este del río Nilo (que es el lugar donde sale el sol) son conjuntos religiosos dedicados al culto de los dioses, a dedicarles ofrendas.
Paseando por el Templo de Amón de Karnak, la construcción religiosa más grande de la historia de la humanidad, los tahinos se han sorprendido con las altas columnas, algunas las cuales conservan la policromía. También han podido entender cómo vivían los antiguos egipcios la relación entre la vida terrestre y celeste, y cómo representaban esta mediante los obeliscos.
Después de esta gran visita, se han trasladado con el autobús hacia el Templo de Luxor, antiguamente dedicado a celebraciones anuales dedicadas a motivar la fertilidad de la tierra y las cosechas.
Mañana el grupo se despedirá del crucero para visitar el Valle de los Reyes. Tras esta visita la Expedición tomará un vuelo para proseguir su aventura en el Cairo.