Diario de Ruta 2009, Ecuador

Mezcla de culturas en Runa Tupari

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La organización Runa Tupari recibe a los expedicionarios de Tahina-Can Bancaja con comida típica y bailes tradicionales.

 

El 10 de Septiembre fue para la expedición un día lleno de aventura, emoción y satisfacción personal. Tras una ruta guiada en bicicleta de montaña por la provincia de Otavalo, donde los pequeños contratiempos y grandes momentos a recordar estuvieron presentes, todos los tahinos fueron invitados a almorzar en la comunidad de La Calera.

Ésta, es considerada uno de los grupos indígenas integrados en la provincia ecuatoriana de Otavalo, en dirección norte desde la ciudad de Quito. A su vez, forma parte de "Runa Tupari", una organización que une 45 comunidades indígenas, entre las que se encuentra La Calera, permitiendo  la comunicación e integración de las distintos pueblos. Runa Tupari se orienta hacia el turismo aplicando un nuevo concepto llamado "turismo comunitario", un modo de fomentar el encuentro entre pueblos indígenas y aquella gente que desea conocer su modo de vida, además de crear una nueva vía de ingresos.

Este pueblo, a pesar de su precariead y sencillez, tuvo la grandeza no sólo de acompañar a los expedicionarios en una comida típica realizada por ellos mismos, sino también les mostraron sus danzas tradicionales. El primer contacto vino de la mano de los músicos que componían el grupo "Chasquiñán" que tras apenas llegar, les deleitaron con su música que fue recibida con una gran ovación.

Seguidamente, la comida preparada por las mujeres del pueblo, fue degustada entre los visitantes españoles. Ésta consistió en un único plato: carne de pollo, carne de cerdo, choclo (mazorca de maíz muy tierna), queso de vaca, melloco (especie pequeña de tubérculo de cocido), habas; y acompañado con aji con pepa de sambo, una salsa realizada a base de guindilla y calabaza.

Poco a poco, en el transcurso del día, el recinto fue llenándose con la gente del pueblo, sobre todo, mujeres y niños. La compenetración entre los expedicionarios y la gente del lugar fue positiva y muy satisfactoria, mucho más en lo que concierne a los más pequeños. Éstos tuvieron como compañeros a numerosos tahinos, dando a conocer numerosos juegos típicos del lugar, mientras que los tahinos recordaban su infancia.

La jornada continuó con un conjunto de danzas "costumistas" (término usado por el representante de La Calera). Ésta se define como un conjunto de bailes que busca representar actos del día a día de su pueblo, tales como el tejer o los trabajos del campo; o también otros temas como el cortejo amoroso y el homenaje a la mujer.

El final de la jornada llegó, pero no fue una despedida triste, pues gracias al grupo de música Chasquiñán, la integración de ambos grupos, tahinos y La Calera fue completa: bailaron y rieron hasta el momento del adiós.